Abusan de trabajadores

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Incumplen leyes con pretexto de la crisis

Abusan de trabajadores

Mil 600 denuncias han presentado trabajadores ante la Junta de Conciliación y Arbitraje de Mexicali en los primeros nueve meses del año, las cuales contrastan con las mil 400 que registraron en todo el 2008. La crisis económica ha afectado a las empresas y éstas a los trabajadores con despidos injustificados, disminuciones salariales y menos prestaciones. A unos empleados de plano los mandan a farmacias similares en lugar del Seguro Social. En total, 8 mil patrones se han dado de baja en los últimos meses en la capital de Baja California.

Cristian Torres Cruz

Difíciles meses se han vivido en Baja California a raíz de la debacle económica. A veces sólo es cuestión de ver el aviso clasificado en los periódicos para darse cuenta que escasean las ofertas de trabajo, y los pocos que hay no representan un atractivo salarial, de hecho las prestaciones también han bajado en su número y calidad.

Tras la caída del Producto Interno Bruto (PIB) y la sobreproducción a la que se enfrentan maquiladoras y fábricas debido a las pérdidas, la caída del mercado estadounidense –principal socio comercial de México y Baja California– una buena cantidad de empresas han decidido retirarse y buscar otros horizontes, lo que ha dejado una economía que hasta el momento no da rasgos de recuperación.

Aunado a estos elementos, la economía familiar es cada vez más endeble, no sólo se han presentado una serie de aumentos a productos de primera necesidad, sino la situación se ha reflejado en un alza en los despidos injustificados.

Según datos ofrecidos por Francisco Pérez Tejada Padilla, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en Mexicali, hasta el mes de junio se habían dado de baja alrededor de ocho mil patrones de acuerdo a cifras oficiales del Instituto Mexicano del Seguro Social. Lo cual provocó que miles de trabajadores pasaran a la informalidad o al desempleo.
“Ésta es una cifra bastante preocupante, nosotros nos basamos en empleos formales (…) hay muchas empresas que se han ido a la informalidad, esto es una realidad, por esta misma situación económica simplemente se dan de baja en el Seguro Social y a la gente ya no le pagan la seguridad social”, refirió Pérez Tejada.

Este ambiente de inseguridad laboral ante la crisis económica, ha llevado a trabajadores a soportar medidas desfavorecedoras para conservar su empleo, como paros técnicos, disminución de su salario, baja en sus prestaciones, entre otras medidas tomadas por las empresas para sobrellevar la crisis, pero que van en detrimento de los derechos de los trabajadores.

“Nos envían a farmacias similares”

“A mí me despidieron de una recicladora acusado de robo”, denunció un trabajador el cual interpuso una demanda ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, pues considera injustificado su despido.

Explicó el ahora desempleado, que le pusieron un “cuatro” ya que, dijo, en el transporte en el que llevaba a vender el cartón, le habían dejado una carga de aluminio el cual en el mercado representa un valor muy superior: “Cuando llegue a la yarda me acusaron de ratero siendo que no había vendido el aluminio, pero tienen que demostrar que lo hicieron, y no hay nada, no hay fotos ni video ni un recibo ni nada, con el simple hecho que otra persona te acusa ya es suficiente”.

Para el quejoso, la verdadera causa del despido fue que el fin de semana anterior había tenido un percance en el camión en el que trabajaba, y sus patrones habían tenido que desembolsar parte de los gastos. El acusador, un pariente de la dueña de la recicladora, dijo haberlo visto vender el aluminio y con esa justificación lo dieron de baja, pero incluso no le interpusieron la demanda por robo en ninguna dependencia. Simplemente lo corrieron.

Ya fuera de la planta laboral de la recicladora, el afectado denunció que en esa empresa no se pagan impuestos, además que no registra en el seguro Social a los trabajadores; de las prestaciones, ni hablar, mucho menos de proporcionarles equipo de seguridad y resguardo a los empleados.

“No nos daba ni casco ni nada de nada, nos aventaba como los burritos al campo y a trabajar”, también dijo el despedido que su horario laboral cambiaba en repetidas ocasiones por semana sin tener siquiera una hora para ir a comer. Incluso detalló: En una ocasión al estar trabajando sufrió un accidente producido por otro compañero de trabajo, y la única respuesta que recibió de su patrona fue que al finalizar de trabajar acudiera a una farmacia de similares para que lo atendieran, pese a esto se mantenía en el trabajo ya que no tenía otra opción laboral, incluso su hermano tiene varios meses desempleado, por eso concluyó la situación actual en una frase: “No hay ni pa donde tirar la moneda, la tiras y cae igual”.